LA OSA MAYOR.
Y mietras contemplaba la Osa mayor,
nítida su luz en el cielo,
un ansia de tí me nacía
en lo más hondo de mis anhelos.
La noche estaba tan clara
que facilmente se contaban los luceros,
mientras que yo pensaba en tí
y en mis labios reverdecían mis besos.
Me gustan las noches claras y a solas,
tan solo con mis pensamientos,
pedirle a la Osa mayor
que me forme un carro de fuego
que me transporte hasta tí
para juntos vivir nuestro sueño.
Enrique DE QUIROS.
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