RELATOS DE UN POETA

 30 Marzo 2013.

El día 21 de Enero de este mismo año, escribía refiriéndome a mi padre, como Poeta Fernán Quirós y decía, entonces, que deseaba dar a conocer su obra y no sabía como hacerlo, Cientos de cuartillas, llenas de sus versos, dormían en uno de los cajones de mi mesa, sin que nadie, solo yo, tuviera acceso a las mismas. El coste de su edición era costoso y lejos de mi alcance.
Lo comenté con una de mis hermanas pero, aunque yo ya había hecho una selección de Poemas, no hubo posibilidad alguna de llevar la cosa a buen puerto. No renuncié a mi idea y lo comenté con más gente. Trasladé mis inquietudes a amigos de Facebook y tuve suerte: Mi hada, en este caso y en otros similares, procedía del Norte, de Bilbao concretamente, y su nombre es Carmen Navarro. Ella me abrió el camino e incluso me ayudó a "desbrozarlo" y de este modo nació un Blog, Homenaje para un Poeta, en el que, escalonadamente, voy incorporando todos los Poemas que ya tenía seleccionados.
Este Blog me ha servido, aparte de para satisfacer un deseo, nacido hace años, para irme dando cuenta, yo mismo, de que Fernán Quirós era mucho mejor Poeta de lo que la familia creíamos. Visto así, impreso en la Red y leyendo los comentarios que sus rimas van suscitando, me he sentido orgulloso de lo hecho y he abierto una ventana para que sus nietos, muchos no lo conocieron, y bisnietos sean participes en la obra de su antepasado.


6 Marzo 2013.
 Corrían los años cuarenta, del siglo pasado, creo que era el cuarenta y cinco y yo, con mis quince años recién estrenados, hacía mis pinitos poéticos, codeándome con Poetas consagrados, como Matías Gotor, Juan José García Carbonell, Manuel Bonache, Ramón Bello Bañón, José Quereda y otros que, a lo mejor se esconden en mi memoria, pero que estaban allí. Nos reuníamos, nos leíamos nuestros versos y algunos, como yo, aprendían de los consagrados.
En aquellos años era el escritor, quizás, más leído de España José María Pemán, amigo personal que fue de José Antonio Primo de Rivera, falangista con él y autor reconocido de las estrofas más triunfalistas del Cara al Sol. Triunfaba con sus obras de Teatro y con sus primeras páginas en el periódico ABC...era, sin duda, uno de los autores más leídos, si bien hay que tener en cuenta que otros, que podrían superarle en cuanto a calidad, estaban exiliados o, simplemente, prohibidos.
No recuerdo con exactitud el motivo, pero un día, en colaboración con el Ayuntamiento y la Voz de Albacete, invitamos a José María Pemán a que nos diera una conferencia. Vino a Albacete, departió con todos nosotros, sin hacer distingos, esta es la verdad, entre jóvenes o viejos; compartió mesa en una cena muy nutrida de comensales y por la noche nos deleito con su florido verbo que, a que negarlo, lo tenía. Fue una buena jornada para el recuerdo.
Lo que nadie pudo adivinar entonces es que años más tarde, el chaval que yo era aquel día, haría de "negro" de José María Pemán, escribiendo numerosos textos que el firmaría, sin saber, por supuesto, de quien provenían...pero esto pertenece a otra historia, que será contada en su día.
 


4 Marzo 2013 Sin escribir en esta página llevo más de mes y medio; razón, no hay razón que lo justifique, el tiempo ha pasado y, apenas, me he dado cuenta...un error de mi memoria, quizás, pero prometo enmendarlo y escribir desde ahora con mayor perioricidad.

       31 Enero 2013

Es indudable que en aquellas Peñas madrileñas podías encontrarte, desde grandes Artistas, Escritores o Poetas, también grandes "moscones" que pululaban alrededor de los ilustres, tal vez, con la ilusión de que les cayeran  algunas "migajas" en forma de palabras. Yo, he de reconocer que tuve suerte; tal vez porque tuve un buen introductor en Federico Muelas o simplemente porque era así de afortunado. Conocí a un hombre, Eduardo Alonso, que si bien no disfrutaba de la fama del otro Alonso, Dámaso, era un Poeta "como la copa de un pino", pero es que, además, en su persona anidaba una cordialidad mayor, si eso cabe, que su vena lírica. Nos conocimos y, apenas sin cruzar muchas palabras, me brindó su amistad y lo que no dejaba de ser más importante, su padrinazgo para iniciar mi andadura en el camino de la bohemia madrileña. Tenía su Peña en el café Levante, ubicado a espaldas de la Gran Vía y muy cerca del Palacio Real.
No tenía ni la prepotencia de Camilo José Cela, ni el academicismo de Dámaso Alonso o Vicente Aleixandre, pero su humanidad se imponía por encima de cualquier otra cualidad. Participé con el en Recitales y fue mi amigo. Sus consejos me fueron de gran utilidad y cuando murió, ocurrió muy pronto, su vacío no fue cubierto por ningún otro..."Si la campana se ha roto, de que vives campanero..." decía uno de sus Poemas...y esa fue la misma sensación que yo sentí, la del campanero sin campana.


21 Enero 2013.

Estoy escribiendo, día tras otro, sobre como y por que me encontré un día escribiendo versos y aunque solo lo he mencionado de pasada, hay una influencia inevtable en el antecedente paterno. Mi padre, Manuel Fernández Rodriguez como Notario, FernanQuirós como Poeta era, como lo acabo de escribir, un Poeta con mayusculas.
Escribió versos desde muy jovén, tengo algunos de cuando tuvo que participar en la Guerra de Africa y los tengo de los que dictó en su lecho de muerte. Escribió versos a la novia, a la mujer, a lo hijos; a las tierras en las que se ubicaba...sus cantos a La Mancha, en la que trascurrió la mayor parte de su vida, son una muestra de su buen hacer con la metríca  y su recopilación en un Libro editado, Claros de Sol, condensa una parte de su ejecutoria como Poeta. Tngo en mi poder carpetas repletas de cuartillas y cuatillas llenas de sus versos. Las guardo y sinceramente lamento no poderlas dar a conocer a más gente...aunque quien sabe, a lo mejor, no se como pero lo hago.


Jueves 10 Enero 2013.

Ya que he mencionado a Camilo José Cela, voy a trazar algunas pinceladas por su "genio" y por su "figura". No le conocí a fondo, le vislumbré. Coincidí con el en algunas tertulias e incluso, creo, que llegué a sentarme en la misma mesa. Distaba mucho de ser el hombre "barrigón" que ganó el Nobel y era más bien enjuto, aunque, eso sí, tan mal encarado como siempre. Aunque no dejaba pasar la ocasión de despotricar contra todo y contra todos, trabajaba en la Administración, como censor en algún departamento estatal.
Había publicado su "Pascual Duarte", aunque en una Editorial Argentina, y andaba por aquel tiempo preocupado por la repercusión ante el público de su temática, sin bien no era nada fácil hacerse con un ejemplar, ya que, como yo mismo hice, había que adquirirlo "por debajo del mostrador".
Intentaba la publicación de su nuevo libro, La Colmena, que la censura se negaba a admitir y que también tuvo que editar en el extranjero. Se decía que intentó convencer al censor, un Cura, que no solo se negó, si no que le amenazó con la excomunión. Se decía que su contestación no fue otra que: "No se preocupe usted, por eso, que yo no soy supersticioso".
No gozaba de simpatía ninguna entre la Pléyade de aspirantes a escritores que nos acercábamos a los ya consagrados. Era tan prepotente entonces como lo fue hasta su muerte y lo que en principio parecía ser una "pose, acabó siendo la razón de ser de toda su vida.

Martes 8 Enero 2013.

En aquellos años, en Madrid era más fácil encontrar escritores, poetas, pintores, o artistas de cualquier genero que, por ejemplo pan blanco; no tenías nada más pasarte por alguno de los cafés que les daban cobijo, Gijón, Levante, Universal, etc. en la seguridad de que siempre encontrarías alguno. Los había ya consagrados, que veían como a su alrededor siempre había  algunos con ansias de aprender. Los había, también, con menos lustre, pero con más pedantería; entre los primeros recuerdo a Damaso Alonso, José Hierro, Ramón de GarciaSol y el mismo Camilo José Cela, aunque en este ya se vislumbraba la prepotencia que siempre le caracterizó...En una o en otra Peña siempre encontrabas alguien con quien hablar, alguien de quien aprender y alguien con quien mejor era no encontrarte.
Entre estos últimos Manuel Martinez Remis, montañés de Santander y, sin duda, el Poeta que más Flores Naturales poseía en su currículum; las coleccionaba como otros guardaban ejemplares de la Codorniz, después de una de sus temporadas censurada, o cromos del Madrid o el Atlético. No era buen escritor, pero escribía y eso, ya de por sí constituye un gran mérito. Y si no era un buen escritor, ¿de qué le venían tantos Premios? Esa es otra historia que como la de algunos otros que están en mi recuerdo, pienso ir contando en días sucesivos. 

Miércoles 2 Enero 2013.

Pues ya estaba en Madrid. En mi bolsillo las direcciones que me habían facilitado mis amigos, en la cabeza muchas ilusiones y algunos pájaros y en mi mesa, sin extrenar, la maquina de escribir  portátil que antes de dejar mi casa, me había regalado mi Abuela. Su nombre era Patria y muy vieja e inutilizada, todavía la conservo entre mis "trastos". Llamé a Federico Muelas y a Luis López Motos y con ellos tuve mi primer contacto con un mundo que, aunque lejano, ya entrevía. López Motos digía una publicación semanal, muy al estilo del Caso, pero sobre temas deportivos.
En El Caso figuraban todos los sucesos, por truculentos que fueran, que ocurrían en cualquier lugar, pero sobre todo en Madrid y el semanario de López Motos, cuyo nombre se me ha perdido en la memoria, quería ser lo mismo, pero referido solamente a los temas que he citado. Le comenté mis andanzas de Futbolista, formando parte de un equipo de pueblo y participando en un campeonato provincial; le interesó el tema y me dijo que escribiera sobre ello y si le gustaba, me lo publicaría. Escribí, se me publicó y en aquel Semanario gané mis primeras pesetas y fui "desvirgado" por celosos censores.
Escribía sobre un pobre árbitro, al que tuvimos que dar "cobijo" en nuestro Camión, camión no autobús, ya que acabado el partido la gente del pueblo lo quería "linchar". Aun con su vestimenta de trabajo y con maletín bajo el brazo, nos contó lo que cobraba por partido y nos dijo que no era la primera vez que le ocurría...Al final de mi narración, yo añadía, textualmente, eso no lo he olvidado, "Hay que ver lo que hace alguna gente, por ganarse las habichuelas". El lápiz rojo del censor tachó la frase completa y apostilló, también textualmente, "En este régimen no roba nadie". Todavía hoy me sigo preguntando que entendía el tal censor por robar y que significaba para el, el riesgo de jugarse la vida por cuatro cochinas pesetas...debía de padecer el Síndrome del Enchufado.

Sábado 29 Diciembre 2012.

Y mientras mi libro, Rabel de Primavera, seguía su andadura por Periódicos y hogares, yo languidecía en un pueblo en el que, si bien estaba mi familia y algunos de mis amigos, no tenía otros alicientes que el reunirme con estos y echar interminables partidas de Dominó. Mis traumas, los que me siguieron desde el Sanatorio, no terminaban de abandonarme y eso, unido a la total falta de inquietudes tanto poéticas como culturales que en aquellos momentos se cernían sobre Villarrobledo, me llevó a la toma de una decisión que, en cierto modo, marcaría mi vida.
Desoyendo consejos familiares y tratando de eludir la "sobrealimentación"de mimos  con la que era tratado en mi casa, mayormente, como era lógico, por mi madre, tomé una decisión que no por lo precipitada, dejó de ser debidamente meditada: Irme a Madrid. En la capital había gentes que se me habían ofrecido para acompañar mis primeros pasos en los Parnasos y "Parnasillos"en los que reunían los mejores y no tan buenos escritores del momento.
Y en Madrid amanecí un día; me ubiqué en una Pensión en la calle Hermosilla, concretamente en el número ochenta y dos. La casa, más que Pensión, era la vivienda particular de una viuda, doña Eladía, la cual teniendo un solo hijo y más de una habitación sobrante, había decidido alquilar estas a estudiantes de confianza. El hijo estudiaba con dos primos hermanos míos y esa fue suficiente razón para que yo fuera admitido como huésped.
Y allí, en Hermosilla, 82, situada entre las calles Conde de Peñalver y Hermanos Miralles y a pocos metros de las de Alcalá y Goya, inicie mi andadura por el difícil campo de la Literatura y, poco a poco, fui arrojando de mi mente el lastre de mis traumas. Pero eso es otra historia.

Lunes 24 Diciembre 2012.

Rabel de Primavera fue un éxito, o al menos eso  me dijeron quienes lo criticaron, que si bien eran amigos, no por eso dejaron de ser objetivos. Destacó, entre todas, la de Federico Muelas,  nombre que a estas alturas del tiempo no dice, tal vez, nada a nadie, pero que en los años cincuenta era un escritor cotizado.
En su escrito mencionaba, por vez primera, la que sería durante años su más querida obsesión: El Meridiano de la Mancha. El también era manchego y junto con otros de la misma "cepa" hizo correr por las tierras de España el "vino" en forma de Poesía que nace y brota en la llanura, en ocasiones no tan llana, de La Mancha 

Jueves, 20 Diciembre 2012. 

Villarrobledo era un pueblo partido, partido en dos mitades como si fuera una naranja, si bien en una de las mitades había  mas zumo que en la otra. Siempre fue así, para bien y para mal; si su lista de caidos "por Dios y por España" era de las más amplias del país, la de los "otros", la de los que cayeron sin listas y sin flores, era algo más larga, bastante más larga.
Y en este ambiente, era harto difícil hacer amigos; serlo de unos podía herir a los otros, pero con habilidad y con dialogo los tuve en ambos lados. Antonio Gaztañaga Sandoval, uno o dos años mayor que yo, huerfano y con una buena fortuna, fue uno de los mejores amigos que yo haya tenido nunca. Leyó mis Poemas y me animó a editarlos. Le dije que eso costaba un dinero y de inmediato puso la cuantía que hiciera falta a mi disposición, siempre y cuando lo hiciera ya. Acepte, si bien me comprometí a devolverle, con el importe de su venta, hasta la última peseta que se invirtiera en el libro.
Vivía en el pueblo otro Poeta que también participó en los recitales citados, Enrique Soriano Marco, Maestro represaliado por hacer en su Escuela un Homenaje a Antonio Machado y "obligado" a vivir como Representan te de Vinos. Era Poeta y sabía de Poesía. El hizo las correcciones precisas y seleccionó el contenido total del poemario. Escribió, también, la introducción que habría de figurar en la solapa del libro y una vez todo en orden, se procedió a su Edicción.
Se editó en la imprenta del Albacete Religioso, era el año mil novecientos cincuenta y cuatro y el coste de cada ejemplar, al proceder a su venta, era de Veinticinco Pesetas.
Se vendió muy bien, no se si su edicción completa, pero lo que sí pude fue devolver a Antonio Gaztañaga hasta la última de las pesetas invertidas. Algunos, a la hora de gastarme bromas, me decían que había demostrado ser mejor vendedor que Poeta...Quizás tenían razón.

18 Diciembre 2012.

Exploré cuantos movimientos culturales pudieran darse en el pueblo y pude comprobar que aquellos Recitales Poéticos, en los que yo mismo había participado y que se hicieron antes de mi ingreso en el Sanatorio, habían pasado a la historia y el organizador de los mismos, Luis Carrascosa, ni tan siquiera vivía en Villarrobledo. Y era una pena, recuerdo, aparte del citado Manuel Benitez Carrasco, a Federico Muelas, Rafael Duyós, Luis López Motos, Ramón Bello Bañón, Fernán Quiros, José Quereda, Tomás Losa Carretero; Poetas, casi todos, famosos entonces y algunos que lo fueron hasta años después.
Acompañando a los Poetas, en algunas ocasiones, hubo "charlistas" conocidos, como Federico García Sanchis, o el propio Padre Venancio Marcos, comunicador radiofónico que arrasaba en aquellos tiempos y también otro tipo de artistas como el bailarín José Toledano y la, aun hoy,  famosa María Rosa.
Fueron años en los que Villarrobledo era conocido por sus movimientos literarios y artísticos y que yo, en mi regreso, echaba de menos. Solamente pude participar, como Director, en el montaje del coro de los Enamorados, de la Zarzuela Luisa Fernanda, aquel de "A la sombra de una sombrilla, son ideales los Madrigales a media voz..."
No olvidaba el montón de Poemas que acompañaron mi salida del Sanatorio, que mostré a varias personas y que, de mi conversación con una de ellas, nació lo que más tarde sería mi Rabel de Primavera. Os lo contare en el próximo relato.

13 Diciembre 2012

Del Sanatorio a casa de mis padres, en Villarrobledo, ciudad de la que mi padre era, desde hacía  varios años, Notario. En mi equipaje, casi como todo bagaje, suficientes Poemas como para componer un libro y traumas, muchos traumas. Mis pulmones estaban parcheados, pero curados, al menos eso me dijeron los Médicos, pero en mi mente seguía viva aquella sangre que un día vi fluir de mi boca y que no podían contener mis manos, las cuales, impotentes, se limitaban a hacer de sus dedos cauces por los que el rojo caudal fluía desbocado.
Tenía que hacerme de nuevo; reconstruir  mis defensas internas y volver a ser el joven, tenía veintidós años, que fue a hacer el Servicio Militar lleno de vigor y rebosante de energía. No era fácil, lo sabía, pero tenía que lograrlo, aunque para ello tuviera que construir mi propio edificio, reconstruyéndolo, empezando por sus cimientos...y lo peor de todo es que en la tarea volvía a estar solo, ya que aunque nunca me faltó el cariño de los míos, a veces incluso exagerado, este entorpecía, más que ayudar, en mi labor de rehacerme mentalmente. Pero lo conseguí...poco a poco, os lo seguiré contando.

8 Diciembre 2012 

Se plantó en el escenario, extendió la mano derecha como el que da suelta a una paloma y exclamó: “La barca, la barca, así, con solo decir la barca…” y ya empezaron las ovaciones. Intentaba recitar un poema, pero era tal su “pajolera” gracia que solo con decir unas pocas palabras e iniciar unos gestos, ya tenía al público en el bolsillo. Era granadino, ni alto ni bajo, muy lorquino, muy repeinado y siempre o casi siempre vestido de oscuro. Joven, muy joven, casi un niño y sin  embargo dueño del escenario en cuanto se situaba en el.
En aquel recital estábamos convocados varios participantes, pero salió él y ya casi se puede decir que los demás desaparecimos del proscenio, el huracán Benítez Carrasco se había desatado y ya la gente, y los propios participantes, no querían nada más que escucharle a el. Terminado el recital, su recital, nos fuimos a casa del organizador del mismo y allí siguió recitando; más tarde le acompañamos a la estación y hasta que no estuvo en el tren no dejó de obsequiarnos con uno y otro poema…su manantial era inagotable y nuestra sed insaciable.
Nos escribimos en alguna ocasión y más tarde se fue a Hispano América buscando no se que clase de aventura y años después supimos, por una española que le trató, que había muerto en extrañas circunstancias. Manuel Benítez Carrasco y sus Poemas del Toro.

7 Diciembre 2012.

Durante meses que, quizás fueron años, escribí Poemas e hice guiones para un programa de Radio  en una emisora, Radio Albacete, que solicitó mi colaboración. Formé parte de una Compañía de Teatro, de aficionados, que se había creado en la Capital, con la cual incluso actuamos en público, cobrando, por supuesto, las correspondientes entradas. Viví  todo cuanto se relacionaba con el arte y sin dejar de escribir, seguía trabajando, hasta que por circunstancias, no tan poéticas como yo hubiera querido, tuve que dejarlo.
Tenía que hacer el Servicio Militar, tan vigente entonces y en espera de la milicia, que estaba al caer, me desplacé a Madrid. En la capital me adentré en tertulias literarias, entonces había muchas y eran fácilmente localizables; conocí Poetas e intercambié Poemas y me imbuí en aquel mundo; conocí nombres que luego fueron famosos, algunos de los cuales incluiré en estos relatos…y así hasta que me llamaron para incorporarme a la “Mili”. Hice tres meses, escasos, de servicio y al reproducirse mi enfermedad y al no tener mi salud muy buena perfectiva de subsistir, me enviaron a casa y desde  allí,  mis padres, a un Sanatorio. Mi Montaña Mágica.
Meses, muchos meses, de Sanatorio y horas, muchas horas, para pensar y escribir, para tratar de no caer en una laxitud anímica y moral, como le ocurría a muchos de los allí internados, que más que en un Sanatorio Antituberculoso, parecían estar en un hotel de “lujo”, sobre todo algunos que contrarrestaban con sus juergas lo beneficios que, por otro lado les facilitaba la Medicina; Claro que también los había que trataban por todos sus medios de luchar contra la enfermedad y algunos hubo, que después de participar yo, recitando mis Poemas, en una emisión de Radio efectuada para el Sanatorio, pidieron que fuera a visitarles a sus habitaciones y les recitara, particularmente a ellos solos algunas de mis obras. Lo hice y hubo quien antes de morir pidió escuchar uno de mis Poemas: “Saltando de roca en roca y de dolor en dolor, voy buscando, moribundo, la gruta que habita Dios…”
Tras una arriesgada operación y una convalecencia con muchas vicisitudes, salí, al decir de los Médicos, físicamente curado, con ciertos traumas mentales y con mi Libro, Rabel de Primavera a falta solo de editarse…pero eso, será en otro Relato.
   

6 Diciembre 2012
Un día muy lejano .que lo lógico es que se hubiera perdido en la noche de los tiempos, después de un recital en un pueblo de Albacete, yo tenía diez y siete o diez y ocho años de los de entonces, que son como los trece o catorce de ahora, se me acercó un chaval, bastante más joven que yo y me preguntó: “¿Qué hace falta para ser Poeta?”. La verdad, no supe que contestarle, como tampoco lo se ahora, cincuenta y tantos años después.
La cosa empezó porque mi padre, que fue un excelente Poeta, estaba suscrito a la  colección Adonaís y siempre comentaba sus libros con mi hermano mayor que, peor que mi padre, también escribía;  me acerqué un día para participar y no recuerdo cual de los dos me dijo que cuando fuera capaz de escribir algo, me admitirían en la conversación. Yo, preocupado entonces con el Fútbol, para el que según los técnicos estaba capacitado, no di importancia a la cosa y seguí a lo mío, practicando mi deporte favorito, hasta que la llamada  entonces “peste  negra”, la Tuberculosis, anidó en mi cuerpo y me obligó a un reposo absoluto de meses, muchos meses. Era en aquellos tiempos la única formula de curación, bien acompañada de una buena alimentación y grandes dosis de vitaminas…y que remedio, leer; leí cientos de libros, de escritores rusos o americanos, italianos y, por supuesto españoles. Leí y asimilé, pero, entre otros, me marcó un Poema de, me parece,  José Santos Chocano, que decía: “De no ser Poeta, quizás, yo hubiera sido un blanco aventurero o un indio Emperador”…y quise ser Poeta .Empecé a escribir cosas que, por supuesto, en principio no enseñaba a nadie
Una vez dado de alta, entré en el Ministerio de Trabajo, Delegación de Mutualidades y Montepíos, en el que encontré a Fernando Rodríguez de la Torre, que no era Poeta, pero sabía de ella más que nadie que yo hubiera conocido. Me enseñó lo que era un Soneto, una Décima  o una Quintilla; me mostró lo quera un verso consonante y lo que era en asonante; me adiestró en lo de contar silabas y, en una palabra, fue dando forma a las ideas que de mí emanaban. De este modo un día, no solo pude lanzar sobre la mesa de mi padre un puñado de Poemas, si no que empecé a colaborar en Prensa, participar en algunas Tertulias poéticas e incluso ser invitado a participar en algunos Recitales…y así nací como Poeta, que otra cosa es ser lo o no serlo, cosa que no supe explicar a aquel que me preguntó entonces y que, quizás, tampoco sabría definir ahora
Lunnes 4 Marzo 2013
Sin escribir en esta página, llevo más de mes y medio...la razon, no hay ninguna razón. Ha pasado el tiempo y entre otras cosas, apenas lo he notado. Seguiré, no lo dudeis.

7 comentarios:

  1. Un placer seguiros en este blog y disfrutar de los poemas y fotografías que nos regaláis ,Un abrazo muy fuerte para los dos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. muchas gracias Fidel, espero que te guste y poder tenerte por aqui a menudo,
      Carmen

      Eliminar
    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    3. Gracias Fidel. Espero no defraudarte. Un abrazo

      Eliminar
  2. Una fantástica y sensible iniciativa de dos buenos amigos de los que me siento muy orgulloso.
    Esta es una de esas ocasiones en que la suma multiplica... ¡Adelante!
    Y gracias por poner y compartir belleza en momentos llenos de otros paisajes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Francisco, estamos ilusionados con la aventura, esperemos que os guste y la disfruteis, un beso

      Eliminar
    2. Francisco, me alegro de que, al menos momentaneamente, hayas roto tu silencio y estés aqui.

      Eliminar