JUGANDO CON NUBES.
Yo me enamoré de una nube, tan caprichosa
que unas veces se me acerca y otras me aleja,
pero eso sí, nadie la gana en mimosa
ni tampoco nadie la gana en belleza.
Las veces que estoy a su lado
con fuego ardiente me besa...
y sus labios son como brasas
desprendidas de una hoguera.
Cuando no está conmigo, la llamo
y mi nube, caprichosa, no me contesta,
estará jugando con el sol
que a veces también la requiebra.
Dime nube...¿a quien quieres más?
Y mi nube, juguetona, no me contesta.
Enrique DE QUIROS.
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