EN UN BESO.
Me están doliendo las manos
de tanto añorar tu cuerpo
y de tanto dibujarte en el aire
sangrantes tengo los dedos.
Es un buscarte cada día
sin que nada importe el tiempo...
¡Que son muchas las horas
que soñandote, a solas, invierto!
Voy persiguiendo una nube
de las muchas que hay en el cielo
como persigue la sombra a la luz
y el sol se busca en invierno...
y todo por encontrarte un día
y ver cumplidos mis sueños.
Tengo, si, mis manos sedientas
y mis labios siempre abiertos,
esperando el día en que por fin
seamos uno en la sed de un beso.
Enrique DE QUIROS.
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