AQUEL SUEÑO.
Por la mañana, cuando me desperté
aún me pareció estar viendo
las imágenes que durante la noche
soñé dentro de aquel sueño:
Soñé que estaba contigo
en un valle que estaba floreciendo;
en donde las aguas discurrían tranquilas
en el río de nuestro encuentro
y que nuestros únicos testigos
eran en el aire gorriones y jilgueros.
Yo quise besarte y entre nuestros
labios, interpusiste tus dedos...
No querías romper aquel encanto
ni tan siquiera con un beso.
Enrique DE QUIROS.
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