NUNCA...
Nunca nadie le preguntó al río
hasta que punto amaba a sus aguas.
Ni le preguntó a los valles
si envidiaban a las montañas.
Nunca nadie preguntó a las nubes
si las molestaba con sus vuelos el águila.
Ni nadie preguntó a La Mar
si le dolían sus olas de espuma blanca.
Nunca nadie se hizo estas preguntas,
como si la contestación no importara...
Y nunca nadie preguntó al Poeta
Por qué amaba a las palabras...
Cuando la verdad es que el río
no existiría si no fuera por sus aguas,
ni los valles serían tan llanos
si no fueran tan altas las montañas.
Y que sería de las nubes
sin el volar de las águilas.
y La Mar no sería La Mar
sin el rumor de sus olas blancas.
Y el Poeta, ¿decidme que haría el Poeta
Sin el poder de la palabra?
Enrique DE QUIRÓS. FOTO PROPIA
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