1 Junio 2016
Y NO ERA UN SUEÑO.
Anoche mientras dormía, vi volar un águila
que en sus giros parecía escribir en el cielo;
me pareció leer un mensaje de amor
que encendió una hoguera en mi cuerpo,
ya que yo soñaba contigo
y me dejé contagiar por tu fuego.
Ardimos los dos en la misma hoguera
y no fundimos en el mismo beso.
Recordé la que encendimos otro día
en que el deseo era nuestro único dueño.
Estoy seguro de que la recuerdas,
de que arde en tu pensamiento,
ya que no es fácil olvidar ciertas cosas
cuando como bengalas estallan los besos
y se han fundido entre llamas
las ansias unidas de dos ardientes cuerpos.
Enrique DE QUIRÓS. Foto Propia
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