DIVERTIMENTO CELESTE.
Hoy las nubes estaban revoltosas,
se divertían en un baile de máscaras
jugando, traviesas, con el sol...
A que "te pillo" y no te escapas.
Ninguna quería descuidarse
y acabar siendo atrapada,
ya que entonces se acabaría
el juego y ella sería la eliminada.
Yo, espectador desde la tierra
y a pesar de ser mucha la distancia,
quise ser uno más en la diversión
y acabé adoptando una máscara.
Me vestí de lucero rutilante
y me sumé gozoso a la algarada.
Fue una tarde-noche divertida
en una celeste y alegre mascarada.
Enrique DE QUIROS
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