A LAS GENTES DE MI GENERACIÓN
Nacimos cuando la primavera florecía
en los campos y en las mentes...
Todo en la tierra olía a nuevo
y los ríos renovaban sus corrientes.
Había ilusión, bailes y esperanza
en el despertar de las gentes.
Era primavera o era invierno
pero en todas las partes brillaba el verde,
el verde de la esperanza,
que no es un verde corriente.
Todo el mundo era feliz,
aunque algunos lo fueran de un modo aparente .
Los "amos" del cortijo, los caciques,
los de siempre..,
Por no perder lo que creían suyo
perturbaron el ambiente
y de sangre roja cubrieron
hasta los brotes más verdes.
Fue la guerra y con ella
la desolación y la muerte.
Luego vino lo que llamaron Paz,
pero nunca fue con igual suerte:
A los "vencedores" la "gloria"
a los "perdedores" la muerte.
Cincuenta años que fueron así,
arrastrados por la corriente,
y con los ideales anclados
fuimos como muertos vivientes.
Pasamos, apenas sin enterarnos,
desde la juventud radiante
a una vejez incipiente.
Vimos muchos brazos en alto,
y mucho rezo obediente.
Nos decían que éramos libres,
pero nos "ataban" cada día
en la "prisión" más hiriente.
Somos la generación perdida,
la del acatamiento más silente,
la que un día quiso gritar
y la callaron para siempre.
La que creció entre el hambre
y el crujir de los dientes.
Fueron los "vencedores",
los que mamaron mala leche
y "quemaron" una generación
nacida entre brotes verdes.
Enrique DE QUIRÓS. Foto Propia
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