LEJANÍAS.
En la tarde, a lo lejos, suena una música
y sin yo quererlo, mi corazón inflama.
Me trae recuerdos de otros tiempos
en los que en mí no había nostalgias.
Lo tenía todo, juventud, besos y amores
y todos los días, al atardecer, en mi ventana,
cuando la luz del sol se iba
la luz de tus ojos me alumbraba.
Todo era embriagador, como es la música,
que esta tarde, sonando a lo lejos, me llama.
Eran aquellos días ten felices, que hoy,
que sin quererlo tú estás tan lejana,
me duelen los sentidos
y hasta por dolerme, me duele la palabra.
Enrique DE QUIRÓS. Foto Propia
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