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22 N oiembreFANTASÍA EN UN TREN.
Todo empezó en aquel vagón,
no se si lo recuerdas,
tú te sentabas frente a mí
y yo me fijé en tus piernas.
Leías, no se que libro, era gordo
y velaba, al completo, tu cabeza...
Eran el único nexo entre los dos,
tus rodillas y tus medias...
Te dije, ¿quieres que te acompañe?
y tú dijiste " a mi no me molestas".
Estábamos solos, pronto voló el libro
y otras cosas molestas, para emerger
liberada tu desnudez más plena...
Lo que pasó, ¡para qué decirlo!
Seguro que tú lo recuerdas
y cuando repites aquel viaje
es otro libro, menos gordo, y más pleno
el que, con amor, en tu regazo llevas.
Enrique DE QUIROS.
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