ENSOÑACIÓN.
Las uvas estaban en mi boca
mientras mi pensamiento estaba en ti,
la noche se durmió en sus luces
y tú no estabas en mi...
Pero estabas en los árboles del bosque
y en las flores de mi jardín,
eras presencia en el corazón de mis ausencias
y era fuerte, tan fuerte tu latir
que todo lo que parecía dormido
con tus latidos ha empezado a vivir.
Es cierto que quizás estés lejos
pero todo lo que me diste sigue vivo en mi.
Enrique DE QUIRÓS. FOTO PROPIA
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