24 Septiembre 2017
Y ERA UN VOLCÁN...
Tuve la osadía de asomarme a su interior
y había tanto fuego dentro
que se pusieron a arder mis sentidos
y las llamas prendieron en mi cuerpo.
Y el caso es que no sentía dolor
ni tampoco remordimientos,
que yo quería quemarme del todo
si conmigo ardía también tu cuerpo.
Y es que en aquel volcán las llamas
eran de amor aunque parecieran de fuego.
Y las llamas, aquellas llamas
tan solo ardían en mi pensamiento,
que quería llegar hasta ti
y en ti, arder los dos en el mismo fuego.
Enrique DE QUIRÓS. FOTO PROPIA.
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