25 Octubre 2016
HAY UN TRONCO EN LA ORILLA.
En la orilla del camino, derrotado,
hay un árbol caído, sin ramas,
algún hacha, sin compasión,
procedió, una a una, a cortarlas,
quizás para hacerlas leña
y calentar con ella su casa.
Pero allí, en la orilla, dejo
abandonado el tronco, ya sin alma,
que le fue arrebatada el mismo día
que le arrebataron las ramas.
El tronco envejece en la orilla,
lloraría si le quedaran lágrimas,
igual que lloraría cualquiera
si le hubieran arrancado el alma.
Yo quiero llorar por el y si hace
hasta le prestaría mis lágrimas.
Enrique DE QUIRÓS. FOTO PROPIA
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