AYER, TAN SOLO AYER...
El sol, mi amigo, algunas veces
venía y se bañaba en mis risas...
Entonces yo era joven
y caminando con el sol me divertía,
no había camino en el que no anduviéramos,
ya fuera en el llano o en la cima.
Para nuestro caminar no había límites
y todo era mío en el albor de mi vida.
Han corrido los años y el sol
por las mismas sendas camina
mientras yo me tengo que conformar
con verlo pasar, en su camino, desde la orilla.
Se que no vale lamentarse
y que por mucho que yo lo pida
no volveré a jugar con el sol
ni el sol volverá a bañarse en mis risas.
Enrique DE QUIRÓS. FOTO PROPIA
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