NIÑOS.
Menos mal que en el mundo cada día
florece la sonrisa de los niños
que son como espigas verdes
en un campo en el que no hay trigo,
en un campo en el que todo es paja,
dolor y tristeza. Mientras el destino
abre al mundo la luz
en los ojos de cada niño.
Pero también hay niños que no sonríen,
que pasan hambre,
que tienen frío,
Que sin estrenar sus sonrisas
se perdieron en un suspiro.
Algunos son como cadáveres vivientes
¡Yno son nada más que niños!
Los hombres no lo saben,
tienen el norte perdido
e ignoran lo que se pierden
dejando morir a un niño.
Enrique DE QUIROS.
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