VUELOS.
Déjame montar en ti
como si fueses una mariposa alada,
que no necesito ni espuelas ni bridas
para iniciar esa cabalgada
que me lleva, como en un sueño,
de la noche a la mañana.
Cruzaremos bosques y ríos
y escalaremos cimas escarpadas
que no hay metas, ni límites
para dos vidas enamoradas.
Ven y cabalguemos juntos...
Vivamos como en un sueño
hasta que venga la luz del alba.
Y si alguien quiere saber de nuestra noche
que le pregunte a mi almohada
impregnada de tus besos
y mojada de nuestras lágrimas,
que duele mucho decirse adiós
cuando la pasión anida en el alma.
Enrique DE QUIROS.
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