LAGRIMAS.
No se de quien son, ni porque están
las lágrimas que lloran en el aire,
solo se que a mí me entristecen
y llegan, a veces, hasta amargarme.
Hay muchas almas perdidas
a la busqueda de sus cauces,
sin que haya una mano extendida
que esté presta para ayudarles...
Hacen falta muchas manos
y en ellas mucho amor para darles,
hasta que dejen de clamar
tantas lágrimas como hay en el aire.
Enrique DE QUIROS.
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