AMORES.
Anoche, en vuelo rasante, me visitó la luna
y me confesó sus amores con el sol.
Me dijo que era como un cuento
y me dio detalles para que lo contara yo,
me dijo que una noche, mientras se miraba en el río,
tuvo una brillante aparición y rodeado de luceros
vio llegar a hasta ella a un rutilante sol
que postrándose a sus plantas, ruboroso
y emocionado, le declaró su amor.
No se lo dijo con palabras, si no con música,
la que emitían sus rayos con un melodioso son.
La luna, como mujer del sol enamorada
en sus brazos, tierna y amorosa,
para siempre se le entrego...
Y desde entonces, cada noche, en el mismo río,
se besan, entre luces y músicas,
la plata de la luna y el oro del dios sol.
Como un cuento me lo contó la luna
y como un cuento os lo traigo yo.
No sé a que hora es el beso, pero desde entonces,
cada noche me asomo al río con emoción.
Enrique DE QUIRÓS.
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