25 Agosto 2016
Y NOS QUEDAMOS LOS DOS SOLOS
Te acuerdas de las noches de tu jardín,
cuando enamorado iba a verte,
había una parra que nos cubría y en
la oscuridad susurraba el agua de una fuente.
Yo me sentaba a tu lado, muy cerca
y sin poder, ni querer contenerme
iba dejando en tu boca un rosario de besos
cada vez más incandescente...
y nuestros labios ardían lo mismo
que las noches de un Agosto caliente.
Estoy seguro de que lo recuerdas,
de que sueñas con ello siempre,
del mismo modo que lo sueño yo
y lo recordaré eternamente...
¡Si pudiera volver a aquel jardín
y besarte al compás del agua de la fuente.
Enrique DE QUIRÓS. Foto Propia.
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