NO, NO ES SOLEDAD
No, no es soledad
porque tú estás conmigo.
Estás en la luz y en la sombra
y en la sed del camino.
Estás en la hoja del árbol caída
y en el vuelo del estornino.
Estás en mí cuando lloro
y también cuando me río.
No, esto no es soledad
si tu me ríes en la risa de cada niño
y en la lluvia que el cielo deja caer
sobre un olmo viejo y herido...
No, no es soledad
porque tú estás conmigo.
¡Magnífico!
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