UNA FLOR.
Hoy, como cada día, he saludado
a la flor solitaria que hay en mi camino.
Estaba en la orilla, como siempre,
y nadie, como yo, se preocupó de su destino;
podría alargar la mano y cogerla,
pero prefiero verla cada día en su sitio
y creer que ella me está esperando
como se espera la llegada de un amigo....
se que un día se habrá marchitado
y ya no la veré más…se habrá ido.
Y entonces, quizás me de cuenta
de que mi corazón, también, ha envejecido.
Hoy, como cada día, he saludado
a la flor solitaria que hay en mi camino.
Estaba en la orilla, como siempre,
y nadie, como yo, se preocupó de su destino;
podría alargar la mano y cogerla,
pero prefiero verla cada día en su sitio
y creer que ella me está esperando
como se espera la llegada de un amigo....
se que un día se habrá marchitado
y ya no la veré más…se habrá ido.
Y entonces, quizás me de cuenta
de que mi corazón, también, ha envejecido.
Preciosa fotografía, excelente poema con el que la complementas. Felicitaciones Enrique.
ResponderEliminarSaludos.
Ramón
gracias por la parte que me corresponde Ramón, la verdad es que los poemas de Enrique inspiran y dan valor a la imagen, saludos y gracias por seguirnos,
EliminarY a ti Carnen que quieres que te diga...gracias por estar ahí, embelleciendo mis poemas. Un beso
EliminarLa verdad, Ramon, que siempre espero tu comentario, me anima siempre. Un abrazo
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