VUELOS.
Déjame montar en ti
como si fueras una mariposa alada
que no necesito ni espuelas, ni bridas
para iniciar esa cabalgada
que me lleva, como en un sueño
de la noche a la mañana.
Cruzaremos bosques y ríos
y escalaremos cimas escarpadas
que no hay metas, ni límites
para dos mentes enamoradas.
Ven y cabalguemos juntos…
vivamos, ya que solo es un sueño
hasta que venga la luz, en el alba.
Y si alguien quiere saber de nuestra
noche
que se lo pregunte a mi almohada,
impregnada de tus besos
y mojada de nuestras lágrimas,
que duele mucho decirse adiós
cuando el Amor anida en el alma.
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