CAMINOS DE PIEDRA.
Anduve mucho, trillé muchos caminos
que, poco a poco, se me hicieron viejos;
pero mis pies siguieron dando pasos
en busca de un camino nuevo…
me llegó a doler todo en mi carne
y hasta me dolieron los huesos,
de tan ásperos como eran los caminos
y de tan duros como eran los suelos,
... pero había que seguir buscando
por fatigoso que fuera el ajetreo:
no hay cansancio para el caminante
cuando es el Amor su premio…
¡Adelante, pues, sigamos buscando!,
que al final lo encontraremos
y cuando lo tengamos en los brazos
veras que bien saben sus besos.
Anduve mucho, trillé muchos caminos
que, poco a poco, se me hicieron viejos;
pero mis pies siguieron dando pasos
en busca de un camino nuevo…
me llegó a doler todo en mi carne
y hasta me dolieron los huesos,
de tan ásperos como eran los caminos
y de tan duros como eran los suelos,
... pero había que seguir buscando
por fatigoso que fuera el ajetreo:
no hay cansancio para el caminante
cuando es el Amor su premio…
¡Adelante, pues, sigamos buscando!,
que al final lo encontraremos
y cuando lo tengamos en los brazos
veras que bien saben sus besos.
Precioso poema, bien complementado con la toma.
ResponderEliminarSaludos Enrique.
Ramón
Encantado de que te guste el Poema y más encantado, si eso cabe, con el hecho de tenerte como amigo y seguidor. Carmen, de vacaciones, también estará encantada. Un abrazo
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